jueves, 20 de noviembre de 2014

Colorida claraboya

 Desde la circular claraboya se veía  aquella cala.

Cabría saber que aquella cala de la costa era tan cristalina que se podía contemplar incluso el color carmesí de la arena que rodeaba el continente.

Además, cada campo  cultivado parecía anclado en un cuadro campestre, aunque ciertamente se encontraba  en una ciudad colosal.
La mitad de aquella ciudad, apenas cubierta de casas y cantidades de cultivos de vegetales, frente a las inmensas construcciones y sus playas contaminadas llenas de suciedad,  en ese momento se contrarrestaba la ciudad campestre con la ciudad contaminada.

La ciudad campestre continuaba convirtiéndose en un lugar de fantasía  mientras que la ciudad iba desapareciendo  ciclo por ciclo.

1 comentario:

  1. Colorida claraboya en colorido blog. Has hecho un buen ejercicio, Cristina. Se aproxima bastante a los requisitos exigidos en esta actividad.

    El principio de tu creación es prometedor y el resto tendría que haber cumplido las expectativas anunciadas, pero te has perdido en el bullicio de la ciudad campestre.

    Verás, mejor escribir oraciones simples o coordinadas, que tejer un largo período oracional donde podemos perder el hilo del sentido que queremos transmitir. Eso te ha pasado en: "La mitad de aquella ciudad, apenas cubierta de casas y cantidades de cultivos de vegetales, frente a las inmensas construcciones y sus playas contaminadas llenas de suciedad, en ese momento se contrarrestaba la ciudad campestre con la ciudad contaminada". Es un fragmento larguísimo difícil de entender.

    En las creaciones tenemos que evitar las reiteraciones innecesarias. En esta, por ejemplo, repites el sintagma nominal "ciudad campestre", prácticamente en la misma línea.

    Bien, Cristina.

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